Desde pequeña he sabido cuál quería que fuera mi destino.
Cada mañana, me levantaba y no iba a desayunar. Más bien me acercaba a mi escritorio y cojía mi iPod, que alli descansaba, para escuchar la musica que contenía, al volumen máximo que me podía ofrecer.
Entonces llegó el momento de pedir ayuda a alguien que me pudiera proporcionar la enseñanza que yo necesitaba y fui a hablar con mis padres.
Ni siquiera me tomaron en serio, pero accedieron a pagarme las clases de gutarra y de canto y me compraron una eléctrica bastante mediocre.
No me quejé, pues ya se darían cuenta de su error.
Ahora me encuentro en un camerino improvisado, en un gran estadio, donde 70000 personas corean mi nombre impacientes de que yo aparezca para deleitarles con mi musica que tanto sacrificio me costó.
Ahora puedo decir orgullosa que he conseguido mi sueño.
Ahora puedo decir que soy una estrella del rock.
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Como me gustaría ser una estrella de rock *.*
4 comentarios:
Ser estrella de tu vida tampoco está nada mal, aunque tocar una guitarra y que todo el mundo lo sienta de verdad, eso debe ser una pasada.
Muases de una caperucita:)
Quién no habrá soñado alguna vez con eso... aixx
un besote guapa!
Breve pero intenso, como las mejores cosas.
No siempre hace falta lo mejor para llegar a lo más alto: ganas y trabajo hacen todo lo necesario.
Y quién nunca ha soñado con llegar a ser algo así, sencillamente, no ha soñado.
Besitos!!
pff me ha encantado el relato muy chulo ^^ sigue así!!!
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